¿Has tenido sensación de nervios o ansiedad cuando interactúas con otras personas en el trabajo hasta el punto de paralizarte? ¿Te ha afectado a tu rendimiento en el trabajo? ¿Estás cansado de los colegas que te dicen «superarlo»?, porque si fuera así de simple, ya lo habrías hecho hace mucho tiempo, ¿no? No estás solo. En el ambiente laboral, alrededor del 18% de las personas sufren de trastornos de ansiedad
El problema y la solución a la ansiedad en el trabajo
Si no se trata, estos trastornos pueden paralizar no sólo tu carrera, sino también tu capacidad de vivir una vida productiva. Afortunadamente, la ansiedad es muy tratable. Aunque lo mejor es ver cómo desde turesponsabilidadcivil te damos unos consejos que puedes hacer por tu cuenta para administrar las situaciones que te provocan ansiedad:
Cuídate desde que te levantas
Se trata de tomar medidas para facilitar que pases mejor tu día tan pronto como te despiertes. Resérvate unos minutos para meditar desde tu cama o en cualquier otro lugar cómodo. Lee un libro que no sea una historia de suspense o terror. Date un cálido baño. Haz cualquier cosa que te calme sin afectar negativamente a tu salud (beber, fumar y comer en exceso). Se trata de comenzar el día relajado. Puede que pienses que tienes que dedicarle tiempo, si, pero es tiempo para ti y para evitar hundirte así que sobran las explicaciones.
Toma control de tu trabajo
¿Estás siempre abrumado o abrumada por la carga de trabajo de cada día? A menos que se tomen medidas para controlar esa carga, poco a poco se agravará tu ansiedad y hará de tu trabajo algo más difícil de lo que ya es.
Planifica tu actividad laboral de antemano. Determina la cantidad que puedes manejar de forma razonable en un día. Escribe tu lista de tareas pendientes y urgentes y cúmplela. Si alguien te pide que hagas algo que no está en tu lista, líbrate de una manera profesional. El establecimiento de límites puede hacerte sentirte incómodo al principio, pero va a beneficiar a tu salud y cordura en el largo plazo.
Toma descansos regulares
No tienes que trabajar las ocho horas en el lugar de trabajo sin parar. Si sientes como si tu concentración estuviera desapareciendo o si necesitas ir al baño, no tengas miedo de alejarte de tu escritorio. Tu cerebro se tiene (necesita) que recuperar y reflexionar sobre cualquier problema que estamos tratando de resolver.
Pedir ayuda
Sí, es incómodo. Sí, es muy posible que tu compañero de trabajo se queje en voz baja por las molestias. Si notas que estás en un proceso en el que vas controlando tus niveles de ansiedad y los puedes manejar por ti mismo vas bien, pero por lo general, no es una mala idea pedir ayuda, incluso no profesional. Un simple «Hola, ¿me podrías echar una mano?» será suficiente, siempre y cuando usted te comprometas a devolver el favor más adelante. Los beneficios de dominar esta habilidad incluso se pueden extrapolar fuera del lugar de trabajo.
Hasta aquí nuestra primera parte con consejos para ayudarte a manejar la ansiedad en tu lugar de trabajo. Estáte atento a la próxima publicación o únete a nuestra comunidad de Facebook donde te informaremos de esta y otras historias.